Las dietas no son nada nuevo. En la historia de la humanidad hemos optado por seguir algún tipo de alimentación según nuestros gustos, intereses, costumbres, e incluso, hasta por razones religiosas.
Sin embargo, en la actualidad han surgido una serie de corrientes nutricionales. En muchos casos, planes alimenticios sustentados por profesionales de la salud, que inducen a la población a alimentarse de una manera en particular.
Muchos autores sugieren que no existe una dieta perfecta. Ya sea que te decidas por una a base de proteínas, o una baja en carbohidratos, o del tipo vegana. La realidad es que todas y cada una de ellas poseen virtudes y defectos.
Por lo tanto, debemos prestar atención a las diferentes opciones que podemos conseguir. Asesorarnos con un especialista de la nutrición sobre cuál de ellas se adapta mejor a nuestra condición en particular.
Como ya lo mencionamos hay una infinidad de dietas. Pero, en este artículo nos referiremos exclusivamente a la dieta “Paleolítica”, o también denominada “Dieta Paleo”. Sus orígenes, propiedades y beneficios.
¿Dieta Paleolítica qué es?
La dieta paleolítica es una forma de alimentarse. Los patrones nutricionales están referidos a la era “Paleolítica”, es decir, al origen de los seres humanos cuando vivían de forma nómada por el mundo.
La época paleolítica data desde hace aproximadamente 2,6 millones de años hasta hace unos 12 mil años. Según los paleontólogos, representa el periodo más largo en el que ha vivido el hombre.
A esta época también se le denomina la “Edad de Piedra”. Fue precisamente en ella cuando los seres humanos comenzaron a elaborar diferentes herramientas, utensilios y armas rudimentarias con las piedras.
Herramientas utilizadas para cazar animales y recolectar frutas, tubérculos o frutos secos para poder alimentarse.
De esta forma, la dieta paleolítica trata de simular la alimentación que tenían nuestros antepasados en ese periodo de tiempo en particular. Antes del desarrollo de la agricultura tal y como la conocemos hoy en día.
¿Quiénes son los Promotores de la Dieta Paleolítica?
En el mundo existen varias personas que se han dedicado a la promoción constante de la dieta paleo, así como de sus propiedades y beneficios. Entre ellas podemos destacar a “Loren Cordain”. Científico estadounidense especialista en nutrición y fisiología del ejercicio quien ha desarrollado la dieta paleolítica junto con otros colaboradores alrededor del mundo como Trevor Connor, Nell Stephenson y Dr. Mark Smith.
Otro de los personajes que impulsó con fuerza esta dieta fue el Dr. Walter L. Voegtlin, un gastroenterólogo norteamericano quien durante los años 70 publicó un libro basado en los principios nutricionales de la misma.
¿Cuáles son los Alimentos de la Dieta Paleolítica?
La dieta paleolítica recomienda el consumo de alimentos ricos en proteínas de origen animal, como por ejemplo el pescado, el pollo, la carne vacuna, el cerdo, el pavo y la oveja, además de frutas, vegetales, frutos secos, tubérculos y raíces.
¿Qué no se puede comer en la dieta paleo?
La dieta prohíbe la ingesta de lácteos. Como son: legumbres, cereales, patatas, alimentos ricos en almidón, grasas modificadas, azúcar, alimentos procesados, harinas, sal en exceso, entre otros.
El objetivo principal de la dieta paleolítica es tratar de alimentarse como lo hacían los primeros seres humanos.
Fundamentándose en la teoría según la cual, los seres humanos dejaron de ser nómadas y se asentaron en grandes grupos poblacionales para comenzar a cultivar sus propios alimentos.
No permitieron que el organismo se adaptara a los cambios en la alimentación, y esto trajo como consecuencia, serios problemas en el metabolismo natural del cuerpo.
¿Cuáles son los Beneficios de la Dieta Paleolítica?
- La dieta paleolítica ha demostrado ser eficaz para controlar los niveles de glucosa y colesterol en la sangre.
- Promueve la disminución de la grasa abdominal y el control general del peso.
- Aumenta la capacidad de respuesta y la fortaleza del sistema cardiovascular.
- Disminuye la grasa hepática, así como también promueve la regulación de los genes que tiende a producir acumulación de grasa en el organismo.
- Mejora de manera considerable los síntomas asociados al síndrome metabólico.
- Promueve la salud de la piel y la dentadura.
- Mantiene el equilibrio nutricional del cuerpo, proporcionándole la energía necesaria durante el día.
- Disminuye la propensión a las alergias.
- Favorece el descanso y la persona tiende a dormir mejor.
- Produce saciedad y satisfacción, evitando la propensión a comer a deshoras.
- Fortalece el sistema inmunológico y la salud en general.