Un zumo o jugo de frutas es el líquido que resulta de exprimir una fruta o una verdura. Principalmente, estas bebidas son poco densas y con poco azúcar añadido o libre, como te explicaremos más adelante. Por tanto, hay que limitar su consumo.
La Organización Mundial de la Salud recomienda no sobrepasar los 25g al día de azúcar añadido, bien sean hechos en casa o comprados del supermercado.
La razón de que esta bebida sea considerada azúcar libre es que, al hacer un zumo liberamos ese azúcar de su origen (de la matriz alimentaria) y nos deshacemos de la pulpa (principalmente la fibra de la fruta), hecho que cambiará cómo el cuerpo lo procesa. Un caso peor aún serían los zumos o néctares de fruta industriales que además lleven azúcar añadido (o/y edulcorantes).
Alternativa al consumo de zumos de frutas
Una mejor alternativa a los zumos serían los smoothies o los batidos, donde simplemente se tritura la fruta, sin desperdiciar nada.
La mejor opción es la fruta fresca y entera al suponer el acto de la masticación conseguiremos una mayor saciedad que con smoothies, donde sólo lo bebemos y es más difícil saciarse (podemos bebernos un zumo de 4 naranjas perfectamente, pero comernos 4 naranjas es mucho más difícil). Por tanto, si tuviéramos que hacer un ranking de todas las preparaciones que podemos hacer con frutas (se puede extrapolar a las verduras) sería:
1° lugar: Fruta fresca y entera
2° lugar: Smoothie o batido de fruta
3° lugar: Zumo de frutas recién exprimido
4° lugar: Zumo de frutas envasado
5° lugar: Néctar o zumos con azúcar añadido