Los refrescos Zero o light son aquellas bebidas, generalmente con gas, a las que añaden edulcorantes sin calorías como el aspartamo en vez de azúcar, además de colorantes, acidulantes, antioxidantes y conservantes.
Puede parecer que al no tener calorías son sanos porque supuestamente deberían ayudar a perder peso, ¿verdad?. No, esto no es así, ya que este tipo de refrescos contienen edulcorantes que afectan de forma negativa a nuestra flora intestinal, que son las bacterias que viven en nuestro intestino y tienen una gran importancia para nuestra vida Fitness.
Además, estas sustancias hacen que nuestro umbral del dulzor se vea alterado y que cada vez necesitemos que nuestra comida esté más endulzada. Esto hace que los alimentos de verdad, como una verdura a la plancha o una manzana, nos sepan sosos o con poco sabor.
También estos refrescos light pueden hacer que acabemos consumiendo más calorías al final del día ya que ese dulzor nos abre el apetito. El perjuicio de los edulcorantes en los refrescos puede extrapolarse a cualquier tipo de alimento con este tipo de añadidos, ya sea en preparados que los llevan como yogures, flanes, cereales, galletas, natillas…,
o como el que usamos nosotros en el café, en las infusiones, o en recetas que hagamos. Y por supuesto debemos mencionar a los refrescos normales, que están cargados de azúcar añadido que no nos aportan nada saludable.
¿Qué refresco debería consumir?
Si queremos beber algo diferente podemos probar con agua (con o sin gas), limón y hielo; tés, infusiones o cafés sin endulzar. En el caso de que estemos muy acostumbrados al dulzor y no podamos quitárnoslo de la noche a la mañana, podemos optar por usar un poco de endulzante (stevia, sacarina) e ir reduciendo la cantidad poco a poco hasta que nos acostumbremos al propio sabor natural de los alimentos.