«Me di cuenta de que me habían puesto en este mundo así para ser un ejemplo y mostrarle a la gente de lo que son realmente capaces».
Es el increíble mensaje de Nick Santonastasso, el hombre que nació con Síndrome de Hanhart, la extraña enfermedad genética que limita el crecimiento de órganos, extremidades y tan solo la padecen una docena de personas en el mundo.
Esta es su historia
Cuando Nick nació, los doctores le pronosticaron solo un 30% de posibilidades de seguir con vida, pero aceptar los desafíos ayudó a Santonastasso a desarrollar resiliencia y a adquirir un gusto por la aventura.
Su amor por la actividad física tuvo sus primero destellos a los 2 años de edad. Su padre comenta que a esa edad miró a Nick subido a una mesa bailando mientras veía videos musicales de MTV. Desde ese momento, siempre ha estado en movimiento.
Durante su niñez, para movilizarse usó una patineta, donde comenzó a andar boca abajo, con el tiempo adquirió experiencia y logró la posición de pino y se deslizaba con mucha profesionalidad en pendientes.
Sabe tocar la batería y, aparentemente, ha probado todos los deportes, desde el fútbol hasta el balón prisionero y el ping-pong. Incluso fue a bucear hace unos años. Obtuvo su licencia de conducir y su familia mandó a modificar su automóvil para que lo use.
Un sueño hecho realidad
A pesar de su éxito, no todo ha sido alegría y felicidad, Santonastasso ha sentido estados de ánimo en puntos realmente bajos, el más doloroso entre la escuela intermedia y la secundaria. Este inspirador atleta, relata que estaba muy deprimido y se sentía muy incómodo con su piel. No quería vivir más en su cuerpo.
Fue entonces cuando se dio cuenta que necesitaba hacer algo, necesitaba ser parte de un equipo o actividad extracurricular. Se esforzó de sobremanera, junto a su hermano y sus amigos se unieron al equipo de lucha libre mientras cursaba el segundo año.
No empezó muy bien, durante sus batallas, sentía incomodidad en la parte de su brazo parcialmente desarrollado. Jugar con seguridad significó tomar la difícil decisión de que le quitaran varios centímetros este brazo. Para el último año, su trabajo valió la pena. Formó parte del equipo universitario de su escuela secundaria.
Luchó en la categoría de 106 libras mientras tan solo pesaba 85 libras, 20 libras menos que casi todos sus oponentes. Durante sus competencias promueve el juego limpio y se enoja cuando piensa que su oponente lo está dejando ganar.
La broma Zombie.
Nick Santonastasso lejos de tomarse como una tragedia su discapacidad, la aprovechado para realizar videos virales en redes sociales simulando un zombi mutilado. El éxitos de sus bromas fue tal que la productora de la serie Walking Dead le pagó un pasaje de avión a Tokio y le encargó asustar nada más ni nada menos que a uno se sus ídolos.
Estos videos graciosos los solía realizar solo para mantener alto su estado de ánimo, pero en los últimos años, Santonastasso quiere que su legado sea más que su comedia online. Es por eso que se ha dedicado al culturismo, al modelaje y es autor del libro “Victim to Victor”.
Cada día Nick ayuda a personas que carecen enfermedades o les falta una extremidad. El quiere que la gente vea el mundo de manera diferente.
En palabras de Nick “Podría sentarme en una silla, gemir y quejarme de haber nacido sin piernas y sin un brazo. o podría hacer algo al respecto”.